El clavo rojo

Los clavos se fabrican con hierro, frecuentemente recubierto con una capa fina de cinc, que en contacto con el oxígeno del aire forma una capa de óxido de cinc que protege de la corrosión al hierro del clavo. En otros casos, el hierro está en forma de acero (aleación con un pequeño porcentaje de carbono y  otros elementos).

Vamos a comparar que sucede cuando se introduce un clavo en agua o en una disolución azul de sulfato de cobre.

Una forma de hacer la experiencia

Colocar sendos clavos en dos tubos de ensayo, añadir agua a uno de ellos y disolución de sulfato de cobre al otro. Observar lo que sucede a lo largo de la sesión de clase y cómo han quedado los clavos al día siguiente.

Da igual el tamaño y grosor de los clavos, así como la concentración de la disolución de sulfato de cobre; la única condición es que debe ser suficientemente azul para que pueda observarse bien la desaparición de la intensidad del color.




Introducir un clavo grande en una vaso de precipitados pequeño con disolución de sulfato de cobre sin llegar a cubrirlo del todo,  y sacarlo enseguida para ver que se ha cubierto de cobre, como se observa en los vídeos.


Las imágenes del tubo están hechas unas seis horas después y al día siguiente. La derecha se tomó después de golpear el tubo, con lo que el cobre cayó al fondo.

La ecuación de la reacción es:
    
 Fe (s)  +  CuSO4 (aq)       FeSO4 (aq)   +   Cu (s)

El material que necesitas

Clavos de hierro pequeños y grandes,  CuSO4, tubos de ensayo, gradilla, vaso de precipitados.