Los ácidos concentrados son sustancias que se han de utilizar con un cuidado especial, ya que son muy agresivos con la materia orgánica, produciendo reacciones que la destruyen, tanto por contacto directo como por inhalación de sus vapores. Por esa razón hay que manejarlos con guantes, máscara y gafas, y en campana extractora de gases si es posible.
Además, no está de más trabajar con bata, que protege de la suciedad y evita el contacto con reactivos agresivos. ¡Más de una vez he ido a casa con un hermoso agujero en el pantalón provocado por una chispa de sulfúrico!
Para ver lo que pasa, vamos a echar ácido sulfúrico sobre azúcar comercial como ejemplo de materia orgánica (compuesto del carbono). La sacarosa de laboratorio es pulverulenta y se apelmaza por acción del ácido.
Una forma de hacer la experiencia
A un vaso de precipitados de 250 mL se le añade azúcar hasta una altura de unos 2 cm y se coloca en campana de gases o en una zona muy ventilada. Se añade con mucho cuidado ácido sulfúrico concentrado comercial hasta que cubra el azúcar, que se va empapando, y quede líquido por encima.
Observad lo que va sucediendo: se va empapando el azúcar y ennegreciéndose, comienza a subir un sólido negro carbonoso, echando mucho humo, como se ve en el vídeo. Además, el vaso quema, tanto que no se puede coger sin guantes (y viene genial para plantear cual es el origen de ese aumento de temperatura, del calor desprendido al producirse la reacción química).
Se ha producido la deshidratación del azúcar, formándose agua, que sale en forma de vapor, y carbono en forma de carbón.
C12H22O11 (s) → C (s) + H2O (g)
Esto es lo que pasaría si este ácido cayese sobre tu piel, así que mucho cuidadito ... y guantes.
Se puede extraer el trozo de carbón con una espátula y envolverlo en papel de filtro para que elimine los restos de ácido superficiales y poder ver la estructura que tiene.
El material que necesitas
Azúcar blanquilla comercial, H2SO4 concentrado, vasos de precipitados.