La lluvia de oro

Una de las reacciones más estéticas que se puede producir en un laboratorio es la precipitación del PbI2 al mezclar disoluciones de KI y de Pb(NO3)2  formándose un sólido amarillo intenso que precipita al fondo del recipiente.


Si después de la precipitación se calienta la mezcla hasta redisolución total y posteriormente se deja enfriar, vuelve a aparecer el precipitado de PbI2, pero ahora en forma de cristales laminares que reflejan la luz formando lo que se suele llamar lluvia de oro.


No es necesario que las disoluciones tengan una composición concreta, ya que aunque estén diluidas se forma una cantidad apreciable de precipitado.

Una forma de hacer la experiencia

Se debe tener preparadas disoluciones de ambas sustancias, añadirlas a sendos tubos de ensayo hasta unos 3 cm de altura y añadir uno sobre otro (da igual el orden).

KI (ac) +  Pb(NO3)2 (ac)     PbI2 (s) + KNO3 (ac)

Después, recoger el contenido de todos los tubos de ensayo en un matraz, calentarlo hasta redisolución y dejarlo enfriar hasta temperatura ambiente. Observar el efecto de lluvia de oro al agitar el recipiente.

Alternativamente, se puede calentar el contenido de cada tubo, pero las proyecciones de líquido son peligrosas y se producen si no se tiene cuidado.

Se puede guardar en un frasco transparente, que tapado produce el efecto visual cuando se agita (¡muy navideño!).

El material que necesitas

KI (NaI) y  Pb(NO3)2 para preparar las dos disoluciones, que se distribuyen en frascos, gradilla con tubos de ensayo, matraz de calentamiento y equipo para calentar (soporte, nuez,  mechero Bunsen, pinza de madera de mango largo, etc).